Creo que el deseo de morir es lo que me mantiene con vida.
vivir me pesa demasiado,imposibilitada de vivir bajo los términos de ligereza o incorrectos veo mi cuerpo como una prisión milimetrada de piel y sangre que tanto me asusta y atrae contemplar; la acción de pensar me agobia, el cerebro y los circuitos nerviosos que lo recubren se expanden y colisionan con las paredes de mi cráneo, no lo pueden contener, pobrecito mi débil organismo, no es su culpa.
volviendo al constante deseo de morir que me alimenta y de la terrible 'enfermedad' depresiva que me hace envidiar a la gente que transita por las calles alegre e ingenua, mientras yo soy un desastre ambulante que difícilmente consigue adaptarse, que simplemente tiende a desconectarse por momentos, intenta perderse en la atmósfera del mundo para evitar explotar.
a pesar de ser una persona joven, físicamente sana, de una economía de clase media y semi estable, a pesar de tener el privilegio de haber encontrado a la persona para mi y de amarla, a pesar de eso no logro liberarme por completo de esos deseos suicidas que tanto me avergüenzan y que tanta angustia me provocan. Creer que desaparecer es la única solución a mi vida apenas las cosas se ponen mal parece ser mi punto de origen y mi triste esencia.
no se, jamas he hablado ni escrito sobre esto públicamente, quizá confesarlo me ayude a superar ese pensamiento que arrastro desde la pubertad, he intentado casi de todo y ahora considero la posibilidad de explorar religiones orientales, pero la conclusión sale a flote, en problema esta en mi, la solución esta en mi, no la encontrare en nada ni en nadie, ni en el mas hermoso paisaje que la naturaleza pueda brindarme.
no se si algún día llegue a obtener el valor de consumar el acto que ocasionalmente me tienta, solo se que por lo irónica que es la vida conmigo probablemente no muera en un momento de desesperación, morire quizá en un momento pleno y fructífero de mi vida, y cuando esto suceda, no estén tristes, en el fondo lo deseaba así.
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el conocimiento del amor se presenta como una salvación...